Bajo una caminata llena de lluvia, mis ojos se comenzaron a poner brillosos. Sentia que sentada en las gradas de esa fuente me iba a sentir mejor. Mis ojos se tornaron orientales y con el mar mediterraneo adentro.Las luces la veia como de cuadros de expresionistas.
Sentia una mano que oprimia . Pero al final una antebrazo invisible se unió en mi espalda. fue momento de seguir caminando.
Beryl
jueves, mayo 24, 2007
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